Como resultado de la investigación llevada a cabo sobre 84 cabeceras de Argentina, Colombia, España, Estados Unidos, Israel, México, Perú, Portugal y Venezuela, de próxima publicación, y a partir de las conclusiones generales, ofrecemos estas ideas para incrementar la calidad del contenido generado por el usuario.
En el proyecto han participado los investigadores Jorge Sánchez Badillo (Universidad Autónoma de México; Universidad del Claustro de Sor Juana), Lyudmyla Yezers´ka (Universidad de Piura), Elvira García de Torres (Universidad CEU Cardenal Herrera; VIU), Miladys Rojano (Universidad Cátólica Andrés Bello), Edith Manosevitch (Emeek Yezreel Academic College), Mabel Calderín (Universidad Católica Andrés Bello), Roberto Igarza (Academia Nacional de INvestigación, Argentina), Silvia Martínez Martínez (Universidad CEU CArdenal Herrera), Herlyanne Segura (Universidad Pontificia Bolivariana) y Luis Calvo Lasso de la Vega (Universidad CEU CArdenal Herrera)
Propuestas para mejorar la calidad del CGU
El periódico es un producto comercial singular; a las consideraciones económicas deben acompañar otras que tienen en cuenta la responsabilidad social de los medios. Por ello, a modo de reflexión final, sugerimos algunos pasos que los medios pueden dar para mejorar la calidad del CGU en el sitio web:
•Elaborar un código de ética para las contribuciones de los usuarios. Los códigos deberían recoger situaciones que se dan en contextos de participación de mayor y menor esfuerzo intelectual y que surgen en el manejo de cada herramienta.
•Crear un espacio para la resolución de dudas de los usuarios en relación con la actividad periodística y elaborar un libro de estilo para las contribuciones.
•Dar mayor visibilidad a las peticiones de contribuciones periodísticas y a las direcciones a las que los usuarios pueden enviar noticias de última hora -videos y fotos de carácter informativo- desde dispositivos fijos y, sobre todo, móviles. En definitiva, animar al usuario a contribuir.
•Poner al corriente con claridad a los usuarios de los términos de uso y las condiciones legales de participación, que deberían aceptar expresamente antes de contribuir al website.
•El usuario que se registra en el medio y proporciona sus datos debería poder decidir el grado de cesión de los derechos de sus producciones, en general o en cada caso. El registro de esta actividad facilitaría la gestión de pagos por contribuciones periodísticas de primer nivel –como exclusivas para su explotación en otros soportes o contenidos que generen inversión publicitaria- una práctica en la que ha sido pionero You Tube y es, además de un incentivo, un elemento de fidelización.
•Publicar en lugar visible la guía de estilo del medio de comunicación.
•Crear recursos para la formación:
a) Generar un banco de recursos formativos como, por ejemplo, ha hecho la BBC, que puede alimentarse con breves videos explicativos protagonizados por el personal del medio informativo (el programa Cámara Abierta de TVE y, aunque con otra finalidad, es también práctica en The New York Times). PBS ha elaborado casos para la reflexión online sobre la actividad periodística y la ética en la toma de decisiones, por ejemplo, en la relación con las fuentes.
b)Las áreas de charla digital o videochat proporcionan una oportunidad inmejorable para la formación. Invitar a expertos en video o fotografía para a sesiones de formación en la que los usuarios pueden plantear dudas, en niveles básico, medio y avanzado.
c)Un paso que requiere un firme compromiso empresarial es crear una universidad de empresa o firmar un acuerdo con una institución externa que proporcione formación a la carta en materia de nuevas tecnologías a directivos, redactores y usuarios.
•Crear un comité asesor en materia de participación, con representación de miembros destacados de la comunidad, informáticos, académicos, directivos y periodistas.
•Diseñar un sistema Karma que registre y evalúe la participación. Invertir en tecnología para la producción de plataformas inteligentes – no filtros- que ayuden a la redacción a comprender y visualizar el tráfico de usuarios y les permitan apoyarse en los lectores y ampliar el espectro de fuentes. V. Reuters, septiembre de 2010
•Crear una base de datos de usuarios – respetando la legislación relativa a la protección de datos - que facilite el diseño de cobertura basada en crowdsourcing, práctica que ya se conoce en la radio norteamericana pero que es poco frecuente.
•Instaurar de manera generalizada la revisión por pares o denuncia de los usuarios, pero sin dejar la supervisión únicamente en manos de los lectores, que deben en todo caso compartir la responsabilidad de hacer del espacio informativo un lugar enriquecedor para todos.
•Formar a directivos y periodistas en el uso de tecnologías 2.0 y dejar un espacio suficiente para explorar e innovar en fórmulas periodísticas basadas en la participación
•Evaluar el impacto de la participación en el medio y que esto forme parte de la rutina diaria de valoración de “en qué fallamos ayer y en qué acertamos”. Indagar en las causas por las que los usuarios del medio no producen los contenidos que deseamos.
•Descentralizar la gestión, implicar a los periodistas y usuarios en la protección del espacio público de discusión; pensar en alianzas e invitar a asociaciones, organismos sin ánimo de lucro, estudiantes de periodismo y expertos a generar y coordinar áreas de debate público dentro de su área de acción. V. Local Voices ( The Dallas Morning News)
•Difícilmente puede generar beneficio económico o social, en el periodismo, un CGU que desde la perspectiva empresarial es visto como una concesión a los usuarios o una estrategia para incrementar tráfico o no perder mercado. Sostiene Picard (2009:10-11) que los medios deberían plantearse en qué canales es interesante su presencia y qué beneficios pueden obtener de ella, analizar la efectividad y determinar si los recursos económicos y otros, así como la tecnología, se han invertido y/o utilizado adecuadamente.
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